Media hora antes de la explosión, una voz femenina llamó en nombre de ETA a la asociación DYA informando de la colocación de la bomba. Agentes del Cuerpo Superior de Policía acudieron al lugar, donde observaron una bolsa sospechosa.

Una vez acordonada la zona, y mientras se esperaba la llegada de los equipos de desarticulación -TEDAX-, se produjo la detonación.

Según la Delegación del Gobierno en Navarra, el artefacto estaba compuesto por una olla de aluminio en cuyo interor había amerital, amosal y pólvora prensada, así como un cebo electrónico y un temporizador. Todo ello, dentro de una bolsa de deportes que fue colocada en el lado izquierdo de la puerta de acceso a la sucursal bancaria.

La onda expansiva, además de los destrozos del Banco Hipotecario, provocó la rotura de los cristales de una pescadería cercana. Dos agentes de la policía fueron atendidos por lesiones leves en los oídos y un ciudadano que pasaba por el lugar resultó afectado por un golpe en el costad, también sin importancia.