Según Portabales, estas acusaciones no constan en la causa, donde Goyanes aparece procesado por una única compra-venta de 10 kilos de cocaína en Valencia, porque sólo se las comentó al juez "de pasada", ya que no disponía de datos concretos que pudieran probar estas mputaciones.

El "arrepentido" había implicado también a Goyanes en una entrega de más de 1.000 kilos de hachís libanés realizada en Castellón, pero que, según el fiscal Javier Zaragoza, no había suficientes pruebas para formular una acusación por estos hechos.

Portabales constestó a las preguntas del abogado de Goyanes, Gonzalo Rodríguez Mourullo, sobre la reunión que mantuvo con el empresario en una discoteca de Valencia, a la que asistió para acompañar a Manuel Padín Gestoso, que vendió al emprsario 10 kilos de cocaína.

El letrado encontró cierta contradicción en el testimonio de Portabales, ya que en su primera comparecencia en el juzgado de Pontevedra habló de un encuentro en Valencia al que también había acudido otro de los procesados, José Paz Carvallo.

El "arrepentido" replicó que si así constataba se trataba de "una equivocacion del juez", ya que el encuentro con Carvallo se produjo en Castellón para acordar la entrega de hachís al empresario, que participó en otras operaciones. En ese momento, el abogado de Portabales, Manuel Alvarez de Mon, pidió a la sala que suspendiera el interrogatorio porque el testigo-acusado estaba "muy cansado".

Al término de la vista, el tribunal no sabía si el juicio se reanudaría por la tarde y esperaba que un médico forense de la Audiencia Nacional reconociera a Portabales, aquejado de dolencias renales debido a la postura que mantiene sentado en el banquillo durante los interrogatorios.

LA "AMIGUITA SURAMERICANA"

Los defensores de Ceso Barreiros y Padín Gestoso, Manuel Cobo del Rosal y Marcos García-Montes, respectivamente, participaron también en la sesión de hoy tratando de acorralar al delator, que sufrió importantes lagunas de memoria en lo referente a fechas.

Los letrados le interrogaron sobre sus empleos, la velocidad que alcanzaban los barcos en los que navegó, la graduación de los militares colombianos con los que se entrevistó supuestamente Barreiros para acordar la venta de armas, el nombre de algunas discotecas que freuentaron o la relación con algunos de los procesados.

Las preguntas llegaron al terreno personal, hasta el punto que Portabales acabó refiriéndose a la "amiguita suramericana" de Padín Gestoso, que resultó posteriormente ser su mujer, ya fallecida.

"Pido disculpas porque no sabía que la señora hubiera fallecido", dijo el "arrepentido" al enterarse, pero especificó que fuera o no la mujer del narcotraficante, "el que más y el que menos teníamos nuestras escapaditas".

El enfrentamiento dialéctco con el abogado de Padín, que provocó numerosas llamadas de atención por parte de la sala, causó además que Portabales aludiera a los beneficios de los que disfrutaba en su celda, con televisión y transistor, e incluso el letrado terminó aireando que el "arrepentido" cobró durante tres meses el subsidio de desempleo para personas mayores de 45 años, "cuando tenía 35".