La iniciativa se está desarrollando en La Cueta de Babia (León) y cuenta en esta edición con la participación de 30 adolescentes que han superado el cáncer.

El grupo vivirá de primera mano la cultura de la trashumancia y tendrá la oportunidad de llevar a cabo todo tipo de actividades relacionadas con los procesos de producción de la lana. Además, realizará actividades deportivas y tareas relacionadas con el entorno de la cultura trashumante, que van desde el esquilado hasta el tejido de gorros, pasando por el lavado de la lana, el cardado, el hilado o el teñido, aprendiendo a tejer de la forma más antigua.

A través de este proyecto también se pretende poner en valor cómo disfrutar de la biodiversidad del mundo rural del modo más ecológico y beneficioso posible a través de actividades sin efectos contaminantes, además de promover la protección y la divulgación de la riqueza natural.