Esta es una de las conclusiones del informe-encuesta "Empleabilidad de los arquitectos", presentado hoy por la Fundación Antonio Camuñas.

El arquitecto no quiere trabajar en áreas directamente vinculadas con su profesión, como la gestión de edificación y patrimonios o la rehabilitación arquitectónica.

Segn el estudio, el 70 por ciento de los estudiantes y profesionales consultados reconoce que trabajar en un área que no sea el diseño de proyectos les supone casi un drama.

Aseguran que la especialización que reciben durante los 11 años que dura de media la carrera de Arquitectura (el tiempo equivalente a dos carreras convencionales), obra en sentido excluyente de cualquier otra alternativa de trabajo.

En España hay 28.000 arquitectos colegiados y 25.000 alumnos. El ingreso medio de estos profesionles es de 6,5 millones de pesetas brutas al año, aunque el 60 por ciento gana menos de 4 millones, una cifra no muy diferente de lo que cobran otros licenciados, incluidos los de estudios técnicos.

Al terminar la carrera, el alumno se incorpora mayoritariamente a estudios, gracias a recomendaciones o conocimientos personales, descartando las oposiciones a la Administración porque tiene poca fe en lograr una plaza. Los primeros encargos los consigue a través de amigos y familiares.