LOS ARMADORES MARROQUIES CRITICAN EL CONVENIO DE PESCA CON LA CE

HUELVA
SERVIMEDIA

Mientras los sectores pesqueros afectados de España y Portugal continúan faenando con normalidad en los caladeros marroquíes, los armadores del país magrebí han criticado duramente el convenio firmado con la Comunidad Europea a principios de mayo.

La Asociación de rmadores Marroquíes (Apapham) ha expresado su preocupación por la "sobreexplotación" de los caladeros de Marruecos que, a su juicio, conllevará la aplicación del tratado, sobre todo por lo que se refiere a cefalópodos.

Los armadores magrebíes aseguran que la capacidad de pesca en el caladero sur, donde actualmente faenan unas 700 embarcaciones, sólo permite la actividad de unos 300 pesqueros.

Además han pedido a las autoridades competentes que incrementen la cuantía de las sanciones, con la finaldad de luchar más eficazmente contra la "piratería" en la zona.

Según este colectivo, la "piratería" no sólo la realizan los barcos que faenan sin licencia, sino también los que, aun teniendo permiso, utilizan artes ilegales.

Por ello, proponen seguir el ejemplo de Mauritania, que sanciona este tipo de infracciones con multas nueve veces superiores a las que se imponen habitualmente en Marruecos.

El acuerdo Marruecos-CE se alcanzó en Bruselas tras superar numerosos escollos, fundamentalmentepor las excesivas exigencias económicas que planteaban los negociadores magrebíes.

El convenio fue calificado por el comisario de Pesca de la Comunidad Europea, Manuel Marín, como "el más caro de toda la historia", dado que supone un desembolso para la CE de 50.000 millones de pesetas.

Con una duración de cuatro años, el tratado afecta a 650 pesqueros con base en puertos españoles y a otros 50 portugueses. De los españoles, más de 300 tienen sus bases en las provincias de Huelva y Cádiz.

Resonsables del sector pesquero español afectado por el convenio se reunieron días atrás con representantes de la CE y de la Junta de Andalucía en Sevilla para valorarlo y llegaron a la conclusión de que, a pesar de estar en contra de algunas cláusulas (una nueva parada biológica y el precio exigido por el Gobierno marroquí), "no había otra alternativa".

(SERVIMEDIA)
01 Jun 1992
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