AUME había denunciado ayer mismo este caso poniéndolo como ejemplo de las dificultades que tienen los militares españoles para conciliar la vida laboral y la familiar.

La cabo primera reside en Santander y está casada con un funcionario que debe desplazarse al País Vasco para trabajar. Por esa razón, el 6 de octubre pasado, interpuso un recurso de alzada para quedar eximida de maniobras mientras tuviera que cuidar a su bebé, al no poder dejarlo al cuidado de ningún familiar.

La AUME se congratula de "haber logrado la paralización del embarque, desde un punto de vista humano y familiar", aunque manifiesta su "preocupación" por el hecho de que "haya que acudir a la denuncia pública para que estas situaciones sean atendidas y resueltas".

El colectivo militar también informó de que la cabo primera ha precisado "asistencia médica, dada la tensión y preocupación ante la falta de respuesta a su recurso y el incumplimiento de la Orden Ministerial de 4 de octubre de 2006, por la que se aprueban las normas sobre la jornada y horario de trabajo, vacaciones, permisos y licencias de los militares profesionales de las Fuerzas Armadas".