En declaraciones a Servimedia, Calvo indicó que, si se atiende a los números, la situación en la que se encuentra la sociedad argentina es similar a la de hace un año: 57% de pobreza, 25% de indigencia y 24% desempleo.

"La indigencia y la pobreza, como valores en sí, no han mejorado, porque frente a una devaluación en un año de prácticamente el 250% y una inflación de 60%, el poder adquisitivo de los salarios fue el más castigado. El común de la gente sigue en una situación muy difícil", dijo.

Sin embargo, a juicio de Calvo, la esperanza está muy viva, ya que, en un año, la dirección política no ha mostrado signos de cambio, pero sí la ciudadanía.

"En este momento, Argentina está despertando de una conciencia bastante individualista, una espera de que todo lo tiene que hacer el Estado, o que el mercado mágicamente iba a solucionar los problemas. Como nada de so se ha dado, hay una movilización nueva de la sociedad civil para buscar su propia salida de la crisis.

A juicio de Cristina Calvo, desde que hace un año se suspendieran las importaciones, en Argentina se está empezando a reabrir fábricas cerradas, fábricas que, con el "aluvión" de elementos importados, habían dejado de operar, particularmente en lo textil. "Ahora, frente a un cierre del comercio exterior se ha tenido que utilizar el ingenio para volver a fabricar acá", dijo.

"Eso está provocano la reapertura de fuentes de trabajo a la movilización de los sectores, que en estos momentos se están beneficiando con las exportaciones, como en el caso de la carne. Eso es lo que está moviendo las economías locales. Son unos primerísimos indicadores, después de haber llegado a un foso muy pobre", subrayó.

NIÑOS DESNUTRIDOS

Preguntada por la situación en que se encuentran en estos momentos los niños desnutridos que hace unos meses acapararon el protagonismo internacional, Calvo explicó que Cárita, y organizaciones similares, están tratando de atender los casos en los que está en juego la vida de las personas, pues la situación es "gravísima".

"Pero sabemos que por el hecho de haber desaparecido de los medios de comunicación no se ha solucionado", añadió Calvo, que considera que las ONG pueden poner parches, pero que necesitan la participación del Estado a la hora de crear infraestructuras y obras públicas.

RECONSTRUCCION

Cristina Calvo es integrante de la Mesa Nacional de Diálogo, un oganismo consultivo del Gobierno integrado por entidades sociales religiosas y aconfesionales, que no goza de carácter vinculante pero que pretende consensuar con el Ejecutivo la reconstrucción institucional y las reformas sociales que necesita el país.

Para la Mesa Nacional de Diálogo argentina, las necesidades se deben agrupar en dos grandes ejes: la reconstrucción institucional y la inclusión social. "La reconstrucción institucional pasa por las reformas judicial y política. La primera se refiere a na Corte Suprema y una Justicia independientes, ya que los jueces no han sido elegidos no por mérito, sino por color político. La segunda, en cuanto al dictado y cumplimiento de leyes, en relación a la transparencia de los partidos y del uso de fondos públicos", señaló Calvo.

El segundo eje, el de la inclusión social, parte de la elaboración de un programa nacional de "Hambre Cero" y la reconversión en trabajo de los subsidios que actualmente se están pagando a 2 millones de parados. "Por supuesto, too esto se abrirá en educación, salud, etc...", añadió.