Arenas hizo estas declaraciones durante un acto organizado en el Palacio de Congresos de Sevilla, en el que también estuvo presente el presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, para hacer balance de los dos años de mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.

El dirigente popular afirmó que quiere para el nuevo estatuto de Andalucía "los mismos derechos" que recoge la reforma del estatuto de Cataluña, aprobada ya en el Congreso, pero "dentro de la Constitución". "Yo no acepto ni una competencia menos, ni un derecho menos y tampoco voy a aceptar que nos roben la cartera", dijo recalcando que él no piensa saltarse la Carta Magna.

Arenas criticó que el presidente andaluz, Manuel Chaves, esté dispuesto a sacar adelante una modificación del estatuto de autonomía con el único apoyo de Izquierda Unida, lo que supone salir aprobado por el 60 por ciento de los miembros del Parlamento de Andalucía y obtener el rechazo del 40 por ciento restante, que representan Partido Popular y Partido Andalucista.

Añadió que sería "un error histórico" que la cámara regional aprobase el estatuto con el apoyo de poco más de la mitad de los diputados, por lo que pidió a Chaves "que no divida a la sociedad andaluza con el estatuto" dado que en esta comunidad "no hay problema autonómico" y el 90 por ciento de los ciudadanos opinan que España es la única nación del Estado.

A su juicio, es una "barbaridad" que Chaves haya roto el pacto que mantenía con los populares para definir a la comunidad como una "realidad nacional", e interpretó que si hace eso es porque "no puede llevar un estatuto a Madrid y pedirle a Carod-Rovira e Ibarretxe que digan que España es la patria común e indivisible de todos los españoles".

Arenas sostuvo que, pese a todo, tratará de alcanzar un "consenso" con el Partido Socialista "para no hacer barbaridades" en la reforma del estatuto. No obstante, advirtió de que no piensa ser "coartada de ninguna operación política" en la que el PP nunca ha estado y manifestó que no está dispuesto "a imitar a Cataluña en las conductas irresponsables de algunos políticos catalanes que quieren destruir España".

Sobre la crisis de Marbella, evitó pronunciarse sobre la dimisión en la gestora de Salvador Guerrero, nombrado a propuesta del PP, y se limitó a decir que si el Gobierno no ha convocado de inmediato elecciones municipales en la localidad malagueña es "porque el PP ganaba por mayoría absoluta", según las encuestas.