Ardanza, que protagonizó hoy en la Universidad Autónoma de Madrid una conferencia sobre "El futuro del País Vasco en el marco de la España de las autonomías", dijo que el Gobierno central tiene "'tics' de nacionalismo español que hacen dudar entre la confianza o el escepticismo".

"Aunque el Estado se ha descentralizado, los que siguen ordenando en las instituciones son centralistas", afirmó. "Los que han centralizado los poderes no han uerido o no han sabido apreciar la complejidad de la realidad vasca y han dejado que el paso del tiempo fuera quien decidiera".

ESPAÑOLES DE 1,75

Ardanza también se refirió a la propuesta de IRPF del presidente del Gobierno para las CCAA. "La administración central no tiene claro lo que quiere hacer en el marco de las autonomías", dijo. "Hacerlo todo homogéneo es crear desigualdad. Es como querer hacer ropa de 1,75 de altura para todos; y los que midan 1,80 ó 1,70 deben adaptarse, aunque la ropa lesquede mal".

El jefe del Gobierno vasco consideró que "sólo en las naciones consolidadas no se reproducen nacionalismos interiores en las autonomías (...). Sin embargo, el gobierno español no muestra su nacionalismo hacia Francia o Alemania, pero sí hacia Euskadi".

Para Ardanza, "el Estado ha dejado de ser el recinto para el desarrollo de las regiones, al margen del exterior. El espacio económico nacional prederá todo sentido con la moneda única y las naciones dejarán de ver en el Estado su solucin".

Durante la conferencia, a la que asistió el príncipe Felipe, estudiante de la UAM, el lehendakari se refirió al sistema monárquico español, al que dijo apoyar "mientras esté fundamentado en el favorecimiento de las estructuras democráticas".

SOLIDARIDAD EN LA EUROPA DE LAS REGIONES

Por otra parte, José Antonio Ardanza se refirió a la necesidad de una buena relación entre las autonomías para hacer frente a problemas como la sequía, que ha acentuado tensiones entre algunas regiones, pero matió que "algunos podrían haber ahorrado un poquito porque ya que hubiera gustado a mí tener las inversiones mínimas que ha tenido alguna región".

Ardanza criticó los que comparan el desarrollo nacionalista en Euskadi con los nacionalismos violentos del Este y afirmó que "existen insalvables diferencias históricas entre nosotros y ellos".

El lehendakari negó que Euskadi haya sobrevivido "a base de echar la culpa a otros. La realidad del País Vasco es demasiado compleja y el Estatuto de Guernica no do por acabado el proyecto de futuro de este pueblo".

Cuestionado sobre este futuro del pueblo vasco en una Europa de las regiones, Ardanza señaló que "aunque Euskadi era pobre antes de la industralización y tras la crisis de la siderurgia vasca, aquí hay escuelas profesionales; empresarios que saben de qué van; una situación geográfica importante; y lo más positivo, saber que Eta haya terminado".