En un escrito titulado "Para qué nos reunimos", remitido a varios medios de comunicación, el lehendakari vasco explica las causas por las que ha decidido convocar Ajuria Enea y así "despejar ciertos malentendidos".

"En este caso, la Mesa se mueve por un noble objetivo y la convicción de que la eventual impunidad futura de los delitos cometidos sería tan nefasta para el proceso de pacificación como la misma comisión en el pasado de los delitos que ahora se trata de sclarecer y enjuiciar", afirma Ardanza en el escrito.

Para Ardanza, los dos motivos que han llevado a la convocatoria de la Mesa de Ajuria Enea "no son ajenos a los objetivos fundacionales" de este foro, que son la normalización y pacificación de Euskadi.

"El silencio y la inhibición de la Mesa en estos asuntos serían inexplicables y hasta irresponsables", prosigue el lehendakari, para quien la puesta en libertad de Rodríguez Galindo y el mantenimiento en secreto de los documentos del CESID "no sn dos decisiones pacíficas, sino muy controvertidas".

José Antonio Ardanza se mostró convencido de que a pesar de que la Mesa se reune en un clima de "profunda discrepancia", los representantes "vamos a ser capaces de acordar criterios [...] para que la inviolabilidad de los derechos fundamentales de las personas no se vean obstaculizados por una interpretación torticera de la 'seguridad del Estado', que cada vez más ciudadanos comienzan a temer que pueda acabar convirtiéndose en una mera coartada de mpunidad para quienes ejercemos el poder desde sus diversas instancias".

Por último, el lehendakari vasco señala que no han sido ni la mesa de Ajuria Enea ni su convocatoria "las que han removido unas aguas supuestamente remansadas que habían provocado perplejidad e inquietud entre los sectores más activos y vigilantes de la sociedad".