Para Bonet, la actitud del PP y del Gobierno en relación a esta cuestión choca con las declaraciones realizadas por altos cargos populares tras ganar las últimas elecciones, al asegurar que el resultado electoral demuestra que ya nadie identifica al partido que lidera José María Aznar con el franquismo. "Con esta decisión inamovible sobre el Archivo, no se pasapágina, o en todo caso hacia atrás", indicó.

En su opinión, el Gobierno español considera estos legajos como un "botín de guerra". Denunció que "no tiene ningún sentido, en un Estado de Derecho, que unas fuerzas facciosas roben unos archivos que no le corresponden, lo pongan en un lugar y, cuando llegue la democracia, se diga que lo demócrata es dejar las cosas como están".