Vera presentó una denuncia en losjuzgados madrileños a causa del programa de radio dirigido por Encarna Sánchez, y emitido el 6 de abril de 1994 en la Cadena Cope, en el que Juan Luis Galiacho dio cuenta de una investigación periodística publicada en la revista "Epoca", en la que se acusaba al ex secretario de Estado de disfrutar de un cortijo inscrito a nombre de su suegro, un ferretero.

Según las informaciones difundidas por Sánchez y Galiacho, el suegro de Rafael Vera había adquirido una finca de 620 hectáreas en la provincia de Abacete, así como un chalet en Torrelodones (Madrid) y, en ambos casos, era el ex alto cargo de Interior el que disfrutaba y poseía estos inmuebles.

Para Vera, tanto el artículo de Galiacho como los comentarios que realizó Encarna Sánchez en la radio vertían "manifestaciones calumniosas e injuriosas", al imputarle delitos como malversación de caudales públicos, cohecho, falsedad documental, delito fiscal y apropiación indebida, por lo que se querelló contra ellos.

La jueza ha estimado, sin embargo que no se puede imputar un delito de calumnia a los periodistas porque para ello se requiere que los hechos que difundieron no sean verdaderos y, en este caso, el propio Vera ha reconocido que las posesiones están a nombre de su suegro y no ha desmentido que él mismo viva en el chalet de Torrelodones, según dice la sentencia.

Además, la magistrada, "tras la atenta lectura de la transcripción radiofónica y del reportaje objeto de la querella", no ha advertido que se viertan "adjetivos, epítetos o cometarios de los que se deduzca el propósito de atentar contra el honor o la fama del señor Vera". Por todo ello, ha decidido sobreseer y archivar la querella.