"La situación es difícil" dijo el ministro, "ya que hay parte de países europeos que están recibiendo presiones de sus propias industrias siderurgias y que, sin duda, harán complicado el acuerdo en el Consejo de Ministros para aprobar el plan español".

Aranzadi señaló a Servimedia que no se ha planteado la posibilidad de reducir la capacidad productiva establecida en el plan español, tal y como le exige Bruselas, y aseguró que la delegación española está convencida de la viabilidad y bonanza de este plan.

El ministro dij también que agotará todas las vías de acuerdo posibles antes de utilizar el derecho de veto que tiene España como país miembro de la CE y que no aceptará condiciones peores a las autorizadas por los "Doce" para la reconversión de la siderurgia italiana.

La opinión del Gobierno español, dijo, es que el "ratio" de capacidad productiva de la Corporación Siderúrgica Integral (CSI) que se quiere reducir está en el límite que sirvió para autorizar las ayudas a la reconversión del sector en Italia, "y es diícil comprender por qué a la siderurgia española se le da un trato diferente del que se le dio a la italiana en 1988".