Aranzadi, que intervino esta tarde en un almuerzo del Club Español de la Minería, explicó que una parte del precio que se paga por la luz va destinado a costear las subvenciones por la utilización de carbón nacional para producir electricidad y que este sistema seguirá eistiendo con el nuevo Plan Energético Nacional (PEN) 1992-2000, aunque cada vez en menor proporción.

De esta forma, el ministro respondió a las críticas vertidas en las últimas semanas por responsables de empresas eléctricas privadas, para quienes la compra de carbón extranjero más barato que el nacional haría más competitivas a sus compañías.

Aranzadi reconoció que el uso de carbón nacional para generar energía aumenta el importe final de la tarifa, pero explicó que es el precio que hay que paga por mantener cierto nivel de autoabastecimiento energético, "tal y como también aconseja la CE".

Indicó que este sistema deberá ir desapareciendo progresivamente, aunque su permanencia dure más allá de 1996, fecha en la que la CE suprimirá cualquier tipo de ayuda a determinados sectores productivos, como el aluminio y el zinc.

Aranzadi explicó que la política de defensa del carbón nacional también implica la defensa ante la Comisión de la CE de la aplicación de una tasa ecológica que no grave a odos los países miembros por igual.

El responsable de Industria señaló que la postura española sobre la llamada "ecotax" es aplicar un gravamen sobre el precio de la luz en función de la cuota de emisiones de CO2 que cada país registra y no de un mismo tipo impositivo para todos.

Según Aranzadi, este asunto está siendo debatido actualmente por los "doce" y las negociaciones se centran en el límite de subvención que la CE. El ministro explicó que algunas propuestas oscilan entre el 15 y el 20 por iento del precio de mercado del carbón.