Aranzadi, que no quiso er más explícito ante los senadores porque el plan todavía no ha sido presentado en el Congreso de los Diputados, como es preceptivo, explicó que las líneas maestras del mismo son dos: consolidar el producto tradicional español de "sol y playa" y crear nuevas ofertas, como el turismo rural.

"Esto último supone promover el turismo vinculado a nuestra historia, a nuestra riqueza arquitectónica, gastronomía y patrimonio cultural, nuestros espacios libres -España es el país europeo con porcentaje mayor deespacios protegidos, recordó-".

El sector turístico, prosiguió el ministro, representa un alto porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) del país y en él se emplea buena parte de la población activa.

Por ello, dijo, y aunque técnicamente se le engloba en el sector servicios, el plan prevé ayudas financieras "análogas" a las que recibieron años atrás las industrias inmersas en procesos de reconversión.

"Esto significa que el plan prevé actuaciones en el ámbito de la investigación y desarrolo tecnológico, en el ámbito de la calidad -aspecto de extraordinaria importancia, como se pueden imaginar-", explicó.

ESPAÑA, PIONERA

El ministro de Industria, Comercio y Turismo comentó que lo que se pretende con el plan de modernización, en materia de calidad, es crear una "infraestructura de la calidad", que no tiene por qué repetir miméticamente la creada para garantizar los productos industriales (Asociación Española de Normalización, Aenor).

"Pero España sí puede ser pionera", advirtió, en la medida en que la infraestructura de calidad en el sector turístico no está desarrollada en ningún lugar del mundo y pretendemos que nuestro país juegue un papel pionero en la elaboración de normas, de mecanismos de certificación".

Por otro lado, el plan esbozado hoy por Claudio Aranzadi incluye iniciativas como la que se ha incluido ya en los Presupuestos Generales del Estado para 1992, consistente en que las empresas turoperadoras puedan desgravar por su actividad.

El Gobierno pretende estmular con ello a las turoperadoras españolas para que ganen cuota en el mercado internacional, ya que todavía gran parte del dinero que genera la visita de extranjeros (europeos) a España es gestionado por turoperadores extranjeros.

"Este objetivo tiene un límite (que los extranjeros gestionan sus viajes preferentemente en los países de origen) que es obvio, pero en todo caso es importante una presencia creciente de las empresas españolas con el fin de que aumente el porcentaje de valor añadido en mans españolas", agregó.

Aranzadi juzgó también "muy importante" que sean turoperadores españoles los que gestionen los viajes turísticos de españoles al extranjero (en demanda creciente), porque "no habría una clara justificación" para que este negocio sea monopolizado por agentes de otros países.