Este filósofo español subrayó, en una entrevista concedida a Servimedia, que, en cualquier caso, "el envejecimiento no es en sí mismo algo positivo, pues una sociedad de ancianos no sería creativa".

"Las personas mayores, en el mejor de los casos, aportan reflexión. Es necesario que los jóvenes se conciencien de lo importnte que es emprender, tomar partido por la vida y tener hijos", recalcó.

Aranguren, que hace en su libro -publicado por el Ministerio de Asuntos Sociales- un recorrido por las diferentes etapas de la vida, es partidario de "que aprovechemos el tiempo de ocio que se nos concede de mayores. Mucha gente mayor lo pasa mal cuando se jubila, porque su vida se ha basado en el trabajo y la familia".

"Para que eso no suceda", afirmó, "se nos debería educar desde jóvenes en la idea de que todo no consiste n trabajar, y que también es necesario aprovechar el tiempo de descanso, a proyectarnos a través de actividades de tipo cultural, etc..."

En cuanto a la situación de la tercera edad en nuestro país, el autor del libro explicó "que empieza a atendérsela bien, pero todavía quedan muchas cosas por hacer".

Recalcó que en su juventud, una persona de 60 años era considerada un anciano y que "actualmente alguien de la misma edad es relativamente joven. Con eso quiero decir que, en lo que respecta a la slud la situación ha mejorado notablemente".

José Luis Aranguren, autor de, entre otras obras, "Contralectura del catolicismo", "El oficio de intelectual y la crítica de la crítica" y "El buen talante", precisó que "en la vejez se tiende a ser más comprensivo y tolerante porque se ha tenido la experiencia de haber evolucionado con los años".

Aranguren, que también se sumerge en "La vejez como autorrealización personal y social" en los quebradizos terrenos del amor, aclaró que "de mayor se es menosapasionado, en el sentido más común del término, aunque siempre hay excepciones. En una relación entre una persona mayor y otra más joven, en general, el viejo no quiere poseer, sino ser amado".

En cuanto al dolor, "no sabría decir si en la vejez se metaboliza mejor o peor el dolor, porque yo en mi vida, a pesar de las desgracias que me han ocurrido como a todo el mundo, he sido relativamente feliz. Yo digo sí a mi vida", precisó.