El protocolo de esta cumbre, según remarcan fuentes gubernamentales, es muy similar al seguido en reuniones de estas características que se han tenido con otros países, caso de Portugal o Alemania, en otras ciudades españoles, como en A Coruña (Galicia) o Trujillo (Extremadura).

No obstante, en esta ocasión, la presencia de Aragonès cobró relevancia por cuanto el líder de su partido, ERC, Oriol Junqueras, estará participando en una manifestación independentista contra la cumbre y reivindicando que el ‘procés’ “no se ha acabado”.

Será en el momento de espera a la llegada de Macron cuando se prevé que Sánchez y Aragonés intercambien impresiones porque, según fuentes gubernamentales, no hay prevista ninguna reunión entre ambos líderes políticos.

Además, el presidente de la Generalitat -como suele ser habitual en estas cumbres- no participará en las reuniones y solo dará la bienvenida a las delegaciones. Tras ese saludo inicial es cuando las delegaciones escuchan los himnos nacionales y, después, los presidentes de España y Francia pasan revista a las tropas.

Desde el Govern catalán ya indicaban estos días, así lo hizo la portavoz, Patricia Plaja, que Aragonès iba a ejercer “como anfitrión” ya que es “el máximo representante institucional de la ciudadanía de Cataluña”.

En esta línea, el propio Aragonès señaló en una reciente entrevista que es un acontecimiento “importante” que el presidente de Francia vaya a Cataluña y destacó que la Generalitat catalana lo que debe hacer es “aprovecharlo para defender los intereses de Cataluña”. “Si queremos ser un Estado, tenemos que actuar con mentalidad de Estado”, agregó.

Porque, a su juicio, las “discrepancias” que pueda haber entre su Ejecutivo y el de España, que son “muchísimas”, no pueden “condicionar” las relaciones de Cataluña con “terceros Estados”.

Por otra parte, sobre la carta remitida al Gobierno por Aragonès con asuntos que debían tratarse en la cumbre, La Moncloa asegura que buena parte de las reivindicaciones ya figuran entre las prioridades fijadas por el Ejecutivo en los temas a tratar, entre ellos la oficialidad catalán en Europa. Un tema que, según dichas fuentes, lo ha tratado en varias ocasiones el Departamento de Exteriores que lidera José Manuel Albares y en el que sigue insistiendo.