Las mismas fuentes afirman que el presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, considera positiva la labor realizada por Pereda en una fundación dedicada a la recuperación del patrimonio artístico, pero que el proceso de saneamiento de la entidad impide destinar fondos a esas actividades.

Las mismas fuentes afiman que "no habrá extinción de la persoalidad jurídica de la Fundación, sino que se ocnvertirá en una entidad existente pero carente de actividad".

La razón es que la Fundación, al igual que ocurre con otras instituciones paralelas dependientes de bancos, se nutría de los dividendos producidos por 5.000 millones de pesetas en acciones de Banesto. Dado que Banesto no repartirá dividendo durante los próximos cuatro años, la Fundación debe cesar en sus funciones.

Eso sí, el banco se compromete a garntizar los compromisos adquiridos, entre los que se cuenta la restauración de la Capilla del Condestable, de la Catedral de Burgos, y algunas otras cuestiones menores, como las becas de creación artística.

Araceli Pereda no sea la única en perder su empleo, sino también la totalidad de la plantilla, unas doce personas.

Otro personaje que saldrá perdiendo con el cierre de la Fundación será Adolfo Suárez, pues un inmueble de su propiedad servía de sede a la Fundación. Más de 50 millones de pesetas n alquiler cobraba Suárez por tener alquilada su sede a la Fundación, según las mismas fuentes de Banesto.