De esta forma, según informó el citado ministerio, España cumple con la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).

El programa, que requerirá la implicación de las comunidades autónomas, contribuirá a promover un desarrollo sostenible en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas españolas, previniendo la degradación de las tierras y la desertificación y facilitando la recuperación de las zonas afectadas.

Según refleja el diagnóstico del PAND, el 17,85% de superficie nacional presenta un riesgo alto o muy alto de padecer procesos de desertificación, y el 19,20% un riesgo medio.

Este programa establece los principios para la coordinación de las acciones sectoriales encaminadas a la lucha contra la desertificación, y define las líneas de acción específicas a desarrollar por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para la lucha contra la desertificación.

Además, propone un marco institucional para su desarrollo en el nivel nacional, compuesto por el Observatorio de la Desertificación en España (ODE) y la Oficina Técnica de la Desertificación (OTD).