Este Plan es necesario si el Consistorio quiere acogerse al decreto del Gobierno central que permite a los ayuntamientos endeudarse para afrontar su remanente de Tesorería negativo y los pagos pendientes a proveedores como consecuencia de la crisis económica.

Los préstamos extraordinarios se amortizarán entre 2012 y 2015, según establece el Plan de Saneamiento. De los 1.107 millones de euros, 981,5 se destinarán a cubrir el remanente de Tesorería negativo de 2008, que fue de 981,5 millones, y los 125,9 millones restantes a pagar obligaciones pendientes y vencidas.

El delegado de Hacienda, Juan Bravo, reconoció que el Gobierno ha hecho lo correcto con la aprobación del decreto que permite a los ayuntamientos endeudarse, pero dijo que lo ha hecho tarde. Hizo una descripción pandémica de la crisis económica y responsabilizó al Gobierno central de no haber adoptado medidas a tiempo para hacerla frente.

Bravo volvió a insistir en la necesidad de aprobar urgentemente un nuevo modelo de financiación local para mejorar la situación económica de los ayuntamientos, porque "no queremos que nos den peces, sino que queremos la caña para pescar".

Por su parte, el concejal socialista Pablo García-Rojo, se mostró seguro de que este Plan de Saneamiento se incumplirá, como ocurrió con el Plan de Ajuste de 2008. A su juicio, el Plan de Saneamiento 2009-2015 augura menor gasto social, mayor deuda y mayor presión fiscal para los madrileños.

El concejal de IU Daniel Álvarez rechazó las cifras del plan, e insistió en que hay margen para desarrollar otro modelo de gestión del Consistorio y otro modelo de crecimiento económico para la ciudad.