Durante la mañana de hoy el Comité Confederal de UGT se ha centrado en el debate del informe de gestión de la Ejecutiva del sindicato, y esta tarde analizará las negociaciones con el Gobierno y se posicionará sobre la propuesta conjunta de UGT y CCOO de convocar una huelga general en enero.

El informe de gestión presentado por Redondo hace un repaso por la situación de la economía y analiza el resultado de las negociaciones con el Gobierno y las medidas aprbadas por el Gobierno en materia laboral, que, de llevarse a cabo, según la Ejecutiva de UGT, "producirán más paro y agudizarán el malestar social".

Redondo indicó que el "movimiento sindical no puede aceptar resignadamente este estado de cosas. Es necesario concienciar a la sociedad de las medidas que se quieren adoptar, porque es todo un modelo social el que está en juego, e intentar que a través de una respuesta ciudadana se puedan reconducir estas medidas y llevar al Gobierno a una posición realmete negociadora".

En un receso de la reunión, el secretario de Acción Sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, indicó que todos los delegados que han intervenido esta mañana, un total de 14, han coincidido en rechazar la reforma del mercado de trabajo aprobada por el Gobierno y apoyar la huelga general de enero.

Rodríguez explicó que la mayoría de los delegados son partidarios de que la huelga se realice en la segunda quincena de enero. Indicó que, nada más aprobarse la convocatoria de la huelga, de l que todos están muy convencidos, se constituirán un comité Confederal para prepararla, y que la próxima semana UGT y CCOO se reunirán con USO, CIGA y ELA-STV para intentar consensuar la fecha del paro, con el fin de que tenga el máximo respaldo sindical.

CRITICAS DE GARNACHO

Entre las intervenciones de esta mañana, la más crítica ha sido la del secretario general de la Construcción de UGT, Manuel Garnacho, que ha denunciado que no se haya informado a las federaciones sobre las negociaciones con el obierno.

Ante un grupo de periodistas Garnacho, que ha sido propuesto por su federación para suceder a Redondo en la secretaría general de UGT, se preguntó por qué han continuado las negociaciones con el Gobierno los sindicatos si desde el principio se quejaban de que el Ejecutivo no negociaba y se limitaba a informarles de las medidas que iba a aprobar.

Garnacho, que viene manteniendo tradicionalmente posturas encontradas con Redondo y afines al PSOE, dijo también que no entendía por qué los sinicatos y la CEOE votaron contra del dictamen sobre la reforma laboral del Consejo Económico y Social (CES), del que dijo que él asumiría el 60-70 por ciento del mismo.

En este sentido, Apolinar Rodríguez reconoció que durante el debate sobre el informe de gestión "ha habido alguna voz discrepante", pero explicó que no tanto por la falta de información a las federaciones como por el número de reuniones mantenidas con el Gobierno.

No obstante aseguró que el debate ha sido "tranquilo, sin subidas detono", y justificó la falta de información a las federaciones en que realmente no ha habido negociación con el Gobierno, ya que en las reuniones dijo que el Ejecutivo se limitó a leerles las medidas que iba a aprobar.

PROBLEMAS DE PSV

La cooperativa PSV ha sido, como es lógico, otro de los asuntos que ha salido a la luz esta mañana. El primero en sacar el tema fue Redondo en la presentación del informe, que dijo que desde que asumió la Ejecutiva la gestión directa del proyecto, "pese a la complejida de las dificultades de financiación surgidas, puede decirse que ha comenzado un proceso de encauzamiento de los problemas".

A este respecto, Rodríguez dijo que todos los delegados que han intervenido esta mañana han expresado su preocupación por el tema. Aseguró que "UGT no rehuirá ninguna responsabilidad, ni siquiera moral. Los cooperativistas, trabajadores, asegurados y UGT están en el mismo lado, el de buscar soluciones".

Antón Saracíbar, secretario de Organización de UGT, que se baraja como no de los posibles sucesores de Redondo, avanzó a un grupo de periodistas algunos datos sobre afiliación y cuotas. Saracíbar indicó que UGT cuenta con 769.000 afiliados y que el sindicato recauda por cuotas 9.000 millones al año.

Saracíbar explicó que hasta ahora quien recauda las cuotas es la Comisión Ejecutiva, pero que este sistema cambiará y serán las federaciones quienes recauden y repartan las cuotas, una parte de las cuales irá a la Ejecutiva y a las uniones territoriales.