Rodríguez Ibarra reclamó ayer el encarcelamiento de las cinco personas que, en su opinión, quieren "cargarse al presidente del Gobierno", entre las que citó a Garzón.

Calderón aseguró que en principio las "disparatadas" palabras del presidente de la Junta de Extremadura pueden ser constitutivas de un delito de desacat, lo que, a su juicio, es una "magnífica" oportunidad para que la Fiscalía General del Estado tome cartas en el asunto, valorando jurídicamente tales declaraciones y procediendo en consecuencia, abriendo las diligencias que estime oportunas.

"Todo tiene un límite. Esto es, ante todo, una falta de educación y una grosería", dijo. "No tiene ningún sentido mezclar al señor Garzón con el señor Damborenea, con el señor Ruiz-Mateos, en esa especie de mezcolanza que hace interesadamente".

A su juicio, dclaraciones como las de Rodríguez Ibarra y otros personajes públicos no hacen más que crear "una especie de callo en la sensibilidad social y elevar el nivel del exabrupto", de forma que "a una manifestación disparatada le sucede otra aún más disparatada", por lo que consideró que es el momento de poner fin a este tipo de situaciones, ya que "no se sabe realmente hasta dónde podemos llegar".

Calderón dijo haber escuchado "con verdadero estupor" las manifestaciones de Rodríguez Ibarra y afirmó que son una descalificación pura, dura, burda y tremenda". También las calificó de "exhabrupto, imprudencia, falta de tacto y de educación". A su juicio, parece que "se puede insultar impunemente y nunca pasa nada".

Sin embargo, descartó que las palabras del presidente de la Junta de Extremadura puedan interpretarse como un ataque a la independencia del juez Garzón, ya que no hacen referencia a ningún asunto en concreto. Por otro lado, Calderón exigió a Rodríguez Ibarra que si cree que Garzón debe ir a la cárel, diga por qué.