LA APLICACIÓN DE LA LEY "DEJA MUCHO QUE DESEAR", SEGÚN LA FEDERACIÓN DE MUJERES SEPARADAS Y DIVORCIADAS
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La presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, pidió hoy una aplicación "estricta" de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, porque actualmente se hace de una forma que "deja mucho que desear".
Pérez del Campo hizo estas declaraciones a Servimedia después de conocer que una mujer y su hijo, de 11 años, han sido asesinados por la pareja de ella, en Alcalá de Henares, y que en Pamplona otra víctima ha sido degollada por su pareja.
La Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas tiene abierto, desde 1991, el primer Centro de Atención, Recuperación y Reinserción de Mujeres Maltratadas.
La aplicación de la citada ley "deja tanto que desear" que se llega al punto de poner "en tela de juicio" si la mujer maltratada dice la verdad o no cuando denuncia su situación y de condenar a los agresores a penas no superiores a los tres años, salvo cuando matan a la víctima.
"Si las condenas no superan los tres años, los agresores no van a la cárcel a cambio de realizar funciones en beneficio de la sociedad civil" que, dijo Pérez del Campo, son una "utopía".
Para Ana María Pérez del Campo, quien maltrata tiene que ir a la cárcel, porque en realidad es un "asesino en potencia". "Unas veces logran matar y otras dejan a sus víctimas en una situación física y psicológica de auténtica destrucción", añadió.
A su juicio, "las mujeres no se sienten amparadas y protegidas por una aplicación de la ley que está siendo mayoritariamente en contra de los intereses de protección que exige el terrorismo de género".
NADIE TE VA A CREER
Ana María Pérez del Campo señaló que cuando una mujer denuncia los malos tratos que recibe y se encuentra con la negativa del juzgado a darle crédito, "obviamente se cumple la premonición del agresor de que nadie la va a creer".
En su opinión, los jueces deben pensarlo muy bien antes tomar "alegremente" la decisión de dejar en libertad a "verdaderos terroristas de género", porque, de lo contrario, amparan al agresor y no a la víctima.
En este sentido, lamentó que haya jueces como la decana de los Juzgados de Barcelona, María Sanahauja, quien en su día señaló que "miles de hombres son detenidos por casos de maltrato que luego acaban en nada".
No obstante, destacó que hay también "magníficos jueces" que apuestan por la igualdad y por la lucha contra la violencia de género, aunque "no son suficientes".
Para Ana María Pérez del Campo, una forma de acabar con el desamparo que muchas mujeres encuentran en los juzgados sería grabar todas las sesiones, tanto civiles como penales."Será la única forma de comprobar el trato que se está dando a las víctimas en los juzgados", dijo.
(SERVIMEDIA)
18 Ene 2008
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