Garaboa iba a ser juzgado hoy acusado de haber asumido la dirección de los Grapo en el año 1998. El fiscal Miguel Ángel Carbayo pedía para el presunto terrorista 14 años de prisión por un delito de dirigente de organización terrorista, otro de falsificación de documento oficial y una falta contra el orden público.

Al inicio de la vista, en el turno de primera palabra, Garaboa explicó al Tribunal, que hace 15 días supo que su letrado "de toda la vida" había sido expulsado en octubre pasado del colegio de abogados, por lo que pidió que se le designase uno de oficio, al que sólo pudo conocer 10 minutos antes de celebrarse el juicio.

Si bien el fiscal Carbayo se mostró en un primer momento reacio al aplazamiento del juicio, alegando que esto provocaría "una dilación innecesaria" en el proceso, finalmente dio su visto bueno y Bermúdez de la Fuente fijó la celebración de la vista para el 25 de febrero y dio un plazo de 24 horas a Garaboa para que designe un nuevo abogado.

El Ministerio Público sostiene que Garaboa es miembro de los Grapo desde 1998 y asegura que se convirtió en el máximo responsable de la comisión de organización de la banda, "asumiendo el mando de las células clandestinas operativas en el interior de España".

Según el escrito del fiscal, en el registro del piso en el que Garaboa vivió en 2002 en Valladolid, del que tuvo que huir precipitadamente tras la detención de varios miembros de los Grapo, se encontraron documentos de identidad falsificados, así como huellas de los terroristas Yolanda Fernández, Lucio García, Ignacio Varela y Marcos Regueira, todos ellos condenados por la Audiencia Nacional.

Garaboa fue detenido el 30 de mayo de 2005 en Port Bou (Gerona) cuando viajaba en tren desde Montpellier hacia Barcelona. Se le requisaron 10 documentos de identidad falsos, documentación interna de los Grapo y planchas para editar la revista "Resistencia".