Al filo de las nueve menos cuarto de la noche subía a la tribuna para iniciar su intervención el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Puigcercós.

En ese momento, apenas eran cincuenta los escaños del hemiciclo ocupados, con grandes zonas desiertas, especialmente significativas en las bancadas de los dos grandes partidos, PSOE y PP.

Los diputados asistieron con expectación a las exposiciones iniciales del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del líder del PP, Mariano Rajoy, y también al "cara a cara" entre ambos.

Pero las deserciones fueron aumentando con la intervención del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, cuya confrontación con el presidente del Gobierno fue mucho más serena de lo que había sido en el caso de Rajoy.

Al empezar Puigcercós, la mayoría de los diputados había desistido y había abandonado su escaño, dejando en el hemiciclo una representación apenas simbólica, cerca de cincuenta del total de 350 diputados.