Aparicio explicó posteriormente a los periodistas que ese año es el horizonte sobre el que se proyecta, con toda fiabilidad, la viabilidad del sistema actual, de acuerdo con la perspectivas económicas, de empleo y de demografía que estableció el Pacto de Toledo.

No obstante, señaló que él apuesta por la continuidad del sistema más allá de esa fecha. Argumentó que el nuevo contrato estable a tiempo parcial conseguirá duplicar el volumen de trabajadores que están acogidos a esta modalidad de trabajo en el plazo de cinco o seis años, lo que redundará en un aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social.

Al mismo tiempo, al fomentarse la estabilidad en el trabajo, se reucirán los gastos de las prestaciones por desempleo. Estos factores son la causa de que el pago de los nuevos derechos no altere las cuentas de este organismo.

Aparicio salió así al paso de las manifestaciones del portavoz del PSOE en la citada comisión, Fernando Jimeno, quien expresó sus dudas sobre cómo se van a financiar las nuevas prestaciones del tiempo parcial y sobre su coste.

Jimeno expresó su temor, incluso, de que el desequilibrio que se puede provocar suponga la ruptura del Pacto de Toedo.