"Primero a la vista de la voluntad de los españoles y después a la vista de la voluntad del presidente del Gobierno, las cosas serán como tengan que ser. No es lo que me preocupa en este instante", dijo Aparicio.

Asimismo, señaló que Aznar es consciente de que puede contar con él para cualquier responsabilidad y también, en térmios futbolísticos, "para seguir en el banquillo".

Preguntado por el trabajo que desarrollará en los próximos 20 días antes de las elecciones, Aparicio respondió que mantendrá la línea marcada por el anterior ministro, Manuel Pimentel: "Dialogar con las centrales sindicales, con las fuerzas políticas y que no se resienta la gestión; que no deje de funcionar esa maquinaria tan complicada y tan necesaria que es nuestra protección social, tanto de seguridad social como de empleo".

Asimismo, confirmó qe seguirá adelante con la investigación del "caso Aycart", "con la misma transparencia", dijo, "que hemos seguido durante estos cuatro años".

El nuevo ministro de Trabajo también se refirió a una de las cuestiones que más preocupan en el departamento que ahora dirige, la Ley de Extranjería. A este respecto, subrayó que la posición del Gobierno es que una ley tan importante como la Ley de Extranjería "tiene que estar guiada por la buena voluntad, por el corazón, pero también por la cabeza".

Por úlimo, Aparicio comentó las declaraciones de distintos representates del PSOE elogiando prácticas -la dimisión de Pimentel- "que ellos nunca hicieron". "Me han sorprendido este tipo de elogios envenenados hacia una persona como Pimentel, que para los socialistas debería haber sido un modelo y al que nunca han emulado", dijo.

También recomendó al ex presidente del Gobierno socialista Felipe González que "se mire en el espejo y recuerde el pasaje bíblico de la viga y la paja".