"ANTXON" DIJO QUE SEGUIRA SIENDO MILITANTE DE ETA HASTA QUE NO HAYA UNA SALIDA NEGOCIADA
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El presunto miembro del "comando Txalupa" de la organización terrorista ETA, Germán Rubenach Roiz, alias "Antxon", manifestó hoy ante la sala de la Audiencia Nacional que le juzgaba, que seguirá siendo militante etarra "hasta que no se de una salida ngociada para esta organización".
"Antxon", para quien el fiscal solicitó 55 años de cárcel por los delitos de militancia en grupo armado, terrorismo, atentado, depósito de armas y tenencia de explosivos, reconoció en el curso de la vista oral su pertenencia a la banda terrorista ETA desde 1.985.
Asímismo, reconoció su participación en la colocación de un coche-bomba en el campo de futbol del Burladés, en la localidad navarra de Burlada, que fue desactivado el día 18 de abril de 1.987 por efectivo de la Policía Nacional.
El vehículo debía explotar, según el fiscal, "cuando se aproximasen las furgonetas de la Policía Nacional que suelen acudir de servicio al campo de futbol los días en que hay partido".
"Antxon" también dijo conocer los dos "zulos", situados en el kilómetro 17,200 de la carretera Pamplona-Salinas de Oro, en los que se encontraron cuatro pistolas marca STAR, una metralleta sin numeración, doce temporizadores, abundante munición y sustancias explosivas.
La detención de Antxon" fue el pasado 25 de junio en La Foz de Lumbier (Navarra) cuando trataba de escapar de la persecución de la Guardia Civil; en aquella misma persecución, resultaron muertos los presuntos miembros del "Comando Nafarroa" de ETA Susana Arregui y Juan María Lizarralde.
Según el fiscal, "Antxon" colocó el coche-bomba en el campo de futbol en compañía de otros tres miembros del "comando Txalupa": Martín Pérez Yalar, Emiliano Iturri y Alfonso Yoldi; estos dos últimos murieron poco después de instalar e artefacto, de unos 6 kilos de Goma-2 y 12 kilos de metralla, cuando les estalló otro explosivo que llevaban en el interior del coche en el que huían.
Martín Pérez Yalar viajaba también en ese mismo coche y resultó gravemente herido, pero, según "Antxon", no conocía las actividades del comando etarra.
El propio Yalar, que testificó en el juicio y que se encuentra en prisión por pertenencia a ETA, aunque ha recurrido la sentencia al Supremo, afirmó: "al final, seré un vasco más de Birmingan, de lo que hay en las cárceles españolas. Yo siempre he afirmado que no pertenezco a ETA y no sé por qué estoy aquí".
Además de lo anterior, el fiscal acusó a "Antxon" de colocar otro artefacto explosivo, el 5 de abril de 1987, en el concesionario Renault, sito en la Avenida de Tudela, en Tafalla (Navarra), que tampoco llegó a explosionar al ser desactivado por la Policía. El presunto miembro del "comando Txalupa" negó esta acusación ante el tribunal.
(SERVIMEDIA)
10 Abr 1991
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