Los manifestantes y las medidas de seguridad adoptadas por la policía, que cortó numerosas calles en torno al Parlamento, provocaron un gran colapso en todo el centro de Madrid, en el que permanecieron atrapados duante horas miles de automovilistas.

La manifestación, que transcurrió sin más incidentes, coincidió con el segundo día de la huelga convocada por CCOO en las explotaciones de carbón y de metal, que fue secundada por el 70 por ciento de los trabajadores, según los responsables de Comisiones consultados por Servimedia.

Los manifestantes tenían previsto concentrarse ante el Congreso de los Diputados y continuar la marcha hasta el Ministerio de Industria, donde entregarían una carta con sus reivindicciones, pero más de un centenar de policías antidisturbios les impidieron el paso.

Durante cerca de tres horas todas las calles de acceso al Congreso estuvieron bloqueadas por la policía, que no dejó pasar ni a coches ni a personas. También estuvo cortado el tráfico en el Paseo del Prado.

Los manifestantes partieron de la sede de CCOO de Madrid, en la calle de Lope de Vega, y se dirigieron hacia el Parlamento. Ante la imposibilidad de concentrarse en la Plaza de las Cortes, continuaron por el Paso del Prado hacia el Ministerio de Industria, pero a la altura del Paseo de Recoletos decidieron volver hacia la Plaza de Neptuno, donde permanecieron casi dos horas.

La concentración estaba encabezada por varios responsables de CCOO, entre ellos el presidente del sindicato, Marcelino Camacho; el secretario de Acción Sindical, Agustín Moreno, y el secretario general de la Federación Estatal de la Minería, Rafael Varea, que llevaban una pancarta en la que podía leerse "Por la negociación global del secor minero".

Entre explosiones de petardos y gritos contra el Gobierno, los manifestantes corearon frases como: "La próxima visita, será con dinamita", "Más minería, menos policía", "En ese pabellón (refiriéndose al Congreso), hay mucho cabrón", "Estamos en lucha por cuatro hijos de puta" y "Qué fatalidad, qué fatalidad, la madre de Felipe no pudo abortar".

Aunque hubo un momento de forcejeo entre policía y manifestantes, que querían sobrepasar las barreras que les impedían acceder al Congreso, laconcentración transcurrió sin incidentes y se disolvió hacia las tres de la tarde.

CARTA EN EL CONGRESO

Mientras los concentrados permanecían en la Plaza de Neptuno, una comisión, compuesta por Marcelino Camacho, Agustín Moreno, Rafael Varea y Ramón de Fisac, secretario confederal de Política Industrial de CCOO, entró en el Congreso y entregó una carta en el registro con las reivindicaciones de los mineros, para que fuera entregada al ministro de Industria, Claudio Aranzadi.

El escrito, en el qe piden la apertura de una mesa de negociación para estudiar el futuro del sector y la retirada de la orden ministerial que afecta a la reordenación de la minería acogida al nuevo sistema de contratación de carbón térmico, fue entregada también a los grupos parlamentarios de Izquierda Unida (IU) y Centro Democrático y Social (CDS).

Tras la entrega de la carta, Julio Anguita, coordinador general de IU, y José Luis Núñez, secretario cuarto del Congreso y diputado de esta formación, salieron con los mineos, a quienes animaron "a pelear y a exigir soluciones a quienes colocasteis en La Moncloa".

Por su parte, Agustín Moreno, manifestó a esta agencia que las reivindicaciones de los mineros son justas e insistió en la necesidad de una política minera, "que no ha existido nunca", y de erradicar la alta siniestralidad existente en el sector. A su juicio, la minería es un sector estratégico para la competitividad de España.

"Manifestaciones como la de hoy ponen de manifiesto que los problemas reales dl país van por un lado y por otro lado está el país de las maravillas que el presidente del Gobierno, Felipe González, describe en el Parlamento", añadió.

Camacho coincidió con las declaraciones de Moreno y dijo que la manifestación de los mineros es "la negativa total de las palabras que dijo ayer González en el Parlamento. Felipe mentía, porque la política económica que ha desarrollado no ha sido racional y sólo ha beneficiado a los empresarios".

SEGUIMIENTO DE LA HUELGA

En cuanto al seguimieto de la segunda jornada de huelga convocada por CCOO en las explotaciones de carbón y de metal de toda España, el secretario general de la Minería de esta central, Rafael Varea, afirmó que fue similar a la de ayer, en la que participaron unos 43.000 mineros (70 por ciento de las plantillas).

Por comunidades autónomas, el seguimiento fue del cien por cien en Castilla y León, del 70 por ciento en Asturias y del 50 por ciento en Aragón. En Cataluña, el 70 por ciento de los trabajadores de las minas de crbón y el 50 por ciento de las minas del metal secundaron la huelga.