Los investigadores descubrieron que las personas que habían tomado este medicamento sólo o en combinación con parches de nicotina presentaron índices de abstinenciamucho más altos que los que sólo habían utilizado parches de nicotina o placebo.

Los médicos decidieron experimentar con antidepresivos ya que investigaciones anteriores habían demostrado que la depresión juega un papel importante en el consumo de tabaco.

Después de un año, de los 893 voluntarios tratados, el 18,4% seguía sin fumar gracias al antidepresivo burpropion y el 22,5% lo había conseguido mediante la combinación del antidepresivo y parches de nicotina.

Sin embargo, el uso de antidepesivos causó algunos efectos secundarios. Un 42% padeció insomnio, eran dos veces más propensos a sufrir sequedad de boca y algunos tuvieron una reacción alérgica.