ANTENAS. LOS INGENIEROS DE TELECOMUNICACIONES DESCATAN QUE EL COLEGIO DE VALLADOLID ESTE EXPUESTO A UNA RADIACION SIGNIFICATIVA

MADRID
SERVIMEDIA

Dadas las características de las antenas de telefonía fija instaladas en las proximidades del colegio de Valladolid donde se han registrado cuatro casos de cáncer infantil, es imposible que los niños reciban radiaciones significativas, egún manifestó hoy a Servimedia el catedrático Félix Pérez Martínez, coordinador del informe sobre antenas de telefonía del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones, publicado el pasado mes de octubre.

Según Pérez Martínez, las radiaciones de las antenas de telefonía fija por el sistema LMDS (Sistema de Distribución Multipunto Local), del tipo que hay en las proximidades del colegio García Quintana, se diferencian de las emisiones de telefonía móvil en que el cuerpo humano las absorbe más, unque sólo a nivel epidérmico, "lo cual no está demostrado que sea mejor ni peor desde el punto de vista de sus efectos bilógicos".

Pérez Martínez, que es director del Departamento de Señales, Sistemas y Radiocomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, indicó que la peligrosidad de estas microondas depende de la potencia de emisión, ya que no es lo mismo las antenas de LMDS, que emplean escasa potencia (de uno a cinco watios), que los radares militares o algunos sistemas de comunicación ví satélite.

El sistema de acceso fijo inalámbrico LMDS opera en España en las frecuencias de 3,5 gigaherzios (GHz) y 26 GHz. La antena receptora, que es fija, necesita visualizar a la antena emisora o estación base, cuya forma de radiar es muy parecida a la de una antena de telefonía móvil, según Pérez Martínez. En cambio, el haz de la antena del usuario es lineal, apuntando a la estación base.

Al irradiar a frecuencias mucho más elevadas que la telefonía móvil, las microondas de LMDS "tienen en l interacción con el cuerpo humano efectos diferentes", porque se produce más absorción que a frecuencias más bajas, "pero concentran los campos en la superficie de los objetos", señaló el ingeniero.

OTROS NIVELES

Según Pérez Martínez, el mayor diferencia entre las emisiones de telefonía móvil y el LMDS es que en éste último "hay que respetar otros niveles, que son algo más altos, que son los que vienen en las normas europeas. Y si no llegan emisiones por encima de esos niveles, en principio no hay eidencia científica de que haya efectos".

En el caso del colegio García Quintana, con las antenas de LMDS situadas a 46 metros de altura y apuntando en horizontal, para el ingeniero de telecomunicaciones es imposible que lleguen radiaciones significativas a los alumnos, como seguramente habrán demostrado las mediciones efectuadas.

"Estoy seguro de que no hay nada. Otra cosa es que a mí no se me ocurriría poner tantas antenas al lado de un colegio, pero por un problema de alarma social", matizó.

Pérez Martínez no se explica, sin embargo, "por qué se está gestionando tan mal" el caso. "Creo que es el típico caso de ir, medir y comprobar que prácticamente ahí no hay radiación", apuntó.

(SERVIMEDIA)
09 Ene 2002
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