El Ministerio de Ciencia y Tecnología obliga desde ayer a las operadoras que tengan instaladas antenas a menos de 100 metros de espacios sensibles a rebajar los niveles de emisión actuales.

Según la nueva normativa, para las estaciones situadas en núcleos urbanos, cuando en un entorno de 100 metros de las mismas existan espacios considerados sensibles (guarderías, centros de educación infantil, primaria, centros de enseñanza obligatoria, centros de salud, hospiales, parques públicos y residencias o centros geriátricos), "se tendrá en consideración la presencia de dichos espacios" y se procedrá a recortar la emisión respecto a la emitida anteriormente.

Asimismo, las certificaciones que las operadoras deben presentar a Ciencia y Tecnología anualmente sobre nivel de emisiones deben contener mediciones de los niveles de radiación en esas áreas sensibles.

Esas mediciones deben ir acompañadas de planos en los que se represente la disposición de la estación e su entorno, incluyendo planos en planta y alzado de las direcciones de máxima emisión de las antenas. Además, se obliga a señalizar las zonas de acceso restringido.

Cuando en un edificio haya varias estaciones radioeléctricas de un mismo operador o de varias empresas, los estudios y certificaciones se podrán realizar de forma conjunta.

Esta normativa, que desarrolla el Real Decreto 1066/2001, de 28 de septiembre, aparece tras la polémica desatada en todo el país por la aparición de cuatro casos e cáncer infantil en un colegio público del centro de Valladolid, a cuyo lado, a 46 metros de altura, se encuentran 36 antenas de telefonía fija (LMDS) que fueron desactivadas por orden judicial a finales de diciembre.