En la mesa redonda celebrada hoy sobre "Niñas y Familia", Ana Rubio, profesora titular de Filosofía del Derecho, expuso las principales causas de esta enfermedad que afecta a los jóvenes, fundamentalmente del sexo femenino.

Según explicó, los "fantasmas" que recorren esta enfermedad son muchos y variados, tantos como pacientes, sin embargo destacan entre los más relevantes la falta de comunicación, el miedo a madurar y a asumir las exigencias que una sociedad competitiva como la actual impone, y la ineguridad.

Otras cuestiones a tener en cuenta son la dificultad de adquirir identidad y autonomía ante el deseo de satisfacerse a sí misma y, a la vez, a todos los demás, así como factores familiares de orden genético, relacional y culturales. "Hablar de anorexia", señaló Rubio, "es hablar de un conflicto moral que se expresa físicamente".

Al analizar a las chicas que padecen esta enfermedad -los varones son comparativamente una cifra muy reducida- se distinguen dos grandes grupos. Por un lado, aqellas chicas que están muy influidas por la moda y la publicidad y anhelan poseer un "cuerpo diez", y, por otro, quienes anhelan la perfección y consideran que poseer un cuerpo de acuerdo con los cánones de la moda les acerca a un ser mejor, o bien porque superar la dependencia de la comida es una forma de perfeccionismo en sí mismo, un triunfo del autocontrol y la disciplina que permite el propio reconocimiento y, por extensión, el de los demás.

Se calcula que en España la anorexia nerviosa afecta a n 1% de los adolescentes de 7 a 16 años, si bien se está extendiendo a mayores de 40 años. Afecta a todos los estratos sociales, sobre todo a personas dedicadas a actividades que requieren un gran cuidado de su cuerpo y una actitud competitiva (gimnastas, atletas, bailarines, modelos).

La anorexia se cura en un 75% de los casos en un plazo de seis meses a un año si se detecta a tiempo, si bien existe un riesgo de mortalidad de entre un 3% y un 10%.