En el primer aniversario de este fuego, Foresta quiere recordar las extremas condiciones atmosféricas y las casi 100 horas de incendio que, según indica, dejaron huella en los montes grancanarios y "en los bolsillos de los miles de afectados".

Según esta fundación, Gran Canaria despertó el 27 de julio de 2007, día que comenzó el fuego en la isla, con una temperatura que rondaba los 28 grados y que alcanzaría en las horas centrales del día los 39 grados.

"Con sólo un 8% de agua en ambiente, vientos de 70 kilómetros por hora y una ola de calor que apenas comenzaba, los montes eran blanco fácil", prosigue.

SIGNOS DE RECUPERACIÓN

Un año después del gran incendio, que arrasó más de 20.000 hectáreas, las imágenes de las llamas han dejado paso a otras bien distintas en la isla, según señala la fundación, que informa de que en las masas de pinar afectadas "comienzan a apreciarse signos evidentes de recuperación".

Según indica, en los ejemplares de pino adulto comienzan a brotar ramas verdes entre las ramas quemadas, mientras que los pinos jóvenes que no murieron "han sido capaces de renacer con nuevos brotes".

Desde Foresta se muestran optimistas en cuanto a la recuperación de lo perdido en el incendio, ya que la superficie forestal canaria tiene "una característica especial y positiva", y es que "contempla como parte de su ciclo biológico al fuego como paso previo para la germinación de sus semillas".

"La clave de esta pronta recuperación de las áreas quemadas" es, según explica, la escasez de lluvias, "que ha mermado el efecto erosivo del incendio evitando desplazamientos masivos de tierra y cenizas".

PREVENCIÓN

En este primer aniversario, Foresta hace un llamamiento a la población para que respete la legislación vigente que prohíbe, entre otras cosas, arrojar objetos en las inmediaciones de pistas forestales y zonas recreativas, realizar quemas de rastrojos hasta el mes de octubre y hacer fuego fuera de las zonas acotadas al efecto.

"El disfrute responsable del entorno es la mejor garantía, más allá de las condiciones atmosféricas, de la supervivencia del ecosistema canario", subraya.

Finalmente, recomienda a los propietarios de fincas y viviendas rurales que limpien un perímetro de 15 metros alrededor de las mismas para evitar incendios fortuitos provocados por elementos no naturales, como vidrios y plásticos.