A las 4,55 horas del 3 de diciembre de 1992 el petrolero "Mar Egeo", propiedad de la empresa Aegean Sea Traders Corporation, con sede en Grecia, y al mando del capitán Konstadinos Stavidris, embarrancaba al desviarse de la ruta que debía seguir para entrar en el puerto coruñés, al parcer como consecuencia del fuerte temporal que imperaba en la zona.

Los vientos superaban los cien kilómetros por hora y la visibilidad era inferior a cien metros en las inmediaciones de la Torre de Hércules.

Según revelan las investigaciones que realizó la Dirección General de la Marina Mercante, cuando el buque embarrancó, el práctico, que estaba ayudando a salir del puerto al petrolero portugués "Cercal" cuando el "Mar Egeo" inició el acercamiento a la costa, se dirigía hacia el lugar de los hehos.

El práctico alcanzó el "Mar Egeo" cuando éste ya había embarrancado, la máquina estaba parada y se podía respirar "un penetrante hedor a crudo".

Aunque el helicóptero "Helimer Galicia" y la lancha de salvamento "Blanca Quiroga" estaban en disposición de evacuar a la tripulación, compuesta por 29 personas, a las 6,30 horas, las reticencias del capitán provocaron que hasta las 7,40 horas no abandonaran el buque los siete primero tripulantes.

La misma fuente mantiene que el director del Cetro Regional de Coordinación de Salvamento de Finisterre recomendaba "una y otra vez la inmediata evacuación" del resto de la tripulación, algo que sólo pudo conseguir a las 9,22 horas.

CRUDO LIGERO DEL MAR DEL NORTE

De las 79.066 toneladas de crudo ligero procedente de los yacimientos del Mar del Norte que transportaba el barco, todas terminaron en el mar, a excepción de 2.153 toneladas que se extrajeron de los tanques del buque tras el incidente.

Aunque la "marea negra" afectó a unos 200 kilóetros de costa y causó daños en el ecosistema marino que algunos expertos y las organizaciones conservacionistas han calificado de "irreversibles", las administraciones central y autonómica insisten en que el impacto que ocasionó el accidente prácticamente ha desaparecido transcurrido doce meses.

Los abogados que representan a la casa armadora del buque griego, a la aseguradora y al capitán del petrolero siniestrado cifraron los daños provocados por la "marea negra" en torno a los 3.000-3.500 millonesde pesetas.

Sin embargo, organizaciones como Greenpeace insisten en que resulta casi imposible cuantificar las pérdidas, algunas irreversibles, y aseguran que el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente se ha limitado a bombear arena en las playas petroleadas para "lavar la imagen" de estos espacios.

Para Juan López de Uralde, portavoz de Greenpeace, "un año después de la catástrofe, sólo podemos constatar que la situación no ha mejorado. La contaminación marina en las zonas afetadas es muy alta. Entre tanto, Repsol mira para otro lado ya que sabe que las administraciones defienden sus intereses".

Afectados por la "marea negra" tienen previsto manifestarse mañana frente al Gobierno Civil de La Coruña, acto que cuenta con el apoyo, entre otras organizaciones, del Bloque Nacionalista Galego.