En sendos comunicados, los sindicatos criticaron la política fiscal del PP, al bajar los impuestos a la empresas, mientras que a su juicio los sacrificios del ajuste económico han recaído en la mayoría de los ciudadanos y especialmente en los empleados públicos, que han visto congelados sus salarios.

UGT y CCOO también deploraron la olítica de privatizaciones del Gobierno, que en su opinión "atiende sólo a directrices ideológicas conservadoras demandada por influyentes grupos económicos y financieros", sin una clara contraprestación para la mayoría de los ciudadanos.

En cuanto al diálogo social, CCOO reconoció la "buena actitud del ministro de Trabajo" en favor del acuerdo de reforma laboral, pero dejó claro que ha sido posible gracias a la "madurez" de los agentes sociales.

En este sentido, UGT aseguró que el Gobierno carec de una política de empleo y añadió que debería aprovechar el acuerdo para fomentar la utilización de la contratación indefinida y limitar la temporal.