En una iniciativa parlamentaria, a la que tuvo acceso Servimedia, la coalición explica que en octubre de 1999 la Consejería de Agricultura de la Generalitat valenciana detectó en una inspección rutinaria una explotación ganadera en la que 25 de los 49 animales estaban contagiados de tuberculosis.

En consecuencia, todos los animales de la explotación deberían ser sacrificados por el Seprona ates del 5 de junio de 2000. Esta decisión fue recurrida por el ganadero, que reclamó la verificación de la enfermedad mediante análisis de sangre específico en el centro de referencia.

La petición del ganadero fue rechazada por la Consejería de Agricultura de la Generalitat y, desde entonces, según denuncia IU, han transcurrido 19 meses sin que se haya verificado el estado de los animales y sin que los supuestamente enfermos hayan sido sacrificados.

Durante todo este tiempo, argumenta Izquierda Uida, además del riesgo potencial que supone la enfermedad, la granja se encuentra en cuarentena y su dueño no percibe ningún ingreso, ya que no puede vender a los animales ni recibir ayuda alguna.

Por este motivo, la coalición ha pedido al Ministerio de Agricultura información sobre esta explotación y sobre las medidas que piensa adoptar para permitir el sacrificio de los animales enfermos y la venta de los que sean certificados como sanos.