En una rueda de prensa, convocada por sorpresa tras la comparecencia informativa del ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, Anguita hizo un llamamiento las organizaciones de Izquierda Unida para que aceleren la preparación de la campaña de movilizaciones que, bajo el lema "rectificación", va a llevar a cabo la coalición contra la política del Gobierno.

Antes de concluir su intervención inicial ante los informadores, Anguita mostr su protesta por la "intolerable intromisión" del embajador estadounidense -"el embajador del imperio", le llegó a llamar- en la política española y mostró también su "pena, tristeza, sonrojo y vergüenza" por no haber oído hoy al ministro Pérez Rubalcaba amostar al diplomático estadounidense. Esto le ha hecho sentirse al líder de IU "vejado" como español e "insultado" como hombre de izquierdas.

Al ser preguntado si vincula las palabras del embajador de los EEUU con el anuncio, hoy, del Gobierno sobre a reforma laboral y el hecho de que Pérez Rubalcaba no reprendiera al diplomático, Anguita respondió: "En cierta medida, sí".

"Yo no contesté (al embajador)", añadió el líder de IU, "porque esperaba que contestase, como español que soy, mi Gobierno. Pero este español ha comprobado que su Gobierno -independientemente de las ideas es mi Gobierno- no ha dicho nada respecto a la injerencia intolerable de un señor que es embajador y que se tiene que meter en lo que le importa. Como no se ha producido sino a exculpación, he aprovechado la primera rueda de prensa que he tenido para decirlo".

PATRAÑA

Anguita calificó de "patraña" la argumentación del Gobierno de que si CEOE, UGT y CCOO no se ponen de acuerdo antes del 30 de noviembre, enviará unilateralmente a las Cortes las modificaciones legales pertinentes para la reforma laboral.

Aseguró al respecto que la situación actual tiene un culpable con nombres y apellidos: Felipe González, y se preguntó que queda de los "fastos del 92" y del "paraiso pra la inversión extranjera" que promocionó Carlos Solchaga cuando era ministro de Economía.

Anguita intentó desmontar la "trampa" del Ejecutivo de hacer creer a la opinión pública que es juez entre empresarios y sindicatos. Aseguró al respecto que el Ejecutivo es parte, y además "parte agresora", porque en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1994, haya acuerdo o no lo haya entre CEOE y las centrales, se imponen las tesis de la patronal.

El líder de IU emplazo al ministro e Economía, Pedro Solbes, a debatir sobre si hay o no política alternativa a la actual, que saque a España de la situación en la que está.

Anguita señaló que esa política alternativa se debe hacer sobre las siguientes premisas: "Suspensión y cambio" del plan de convergencia para la unión económica y monetaria; un plan de reindustrialización del país; un plan de lucha en profundidad contra el fraude fiscal y todo tipo de fraudes, y un "pacto institucional" que sea un compromiso de todas las fuerzas polticas para cumplir la Constitución, "que la están incumpliendo todos los días", advirtió el coordinador general de IU.

"Hay salida. Hay salida", fue el mensaje final de Julio Anguita.