ANESTESISTA. UN MEDICO EXPEDIENTADO DICE QUE SIN SU ACTUACION LOS HECHOS HOY SERIAN DESCONOCIDOS
-Vicente Bosch notificó la sospecha de un posible contagio y realizó controles analíticos a sus pacientes
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Vicente Bosch Reig, uno de los médicos expedientados por haber encubierto presuntamente al anestesista Juan Maeso, asegura en una carta abirta que publica hoy el diario "Levante" que sin la comunicación que él hizo de la sospecha de un posible contagio de hepatitis C en su quirófano y los controles analíticos que realizó "en estos momentos los hechos serían probablemente desconocidos".
Este traumatólogo explica que, ante la sospecha de que uno de sus pacientes había sido infectado en el quirófano, lo comunicó el 23 de enero de 1998 a sus superiores, en este caso los servicios médicos de Telefónica (empresa en la que trabajaba la paciente y la gerencia de la Casa de Salud.
Al mismo tiempo, exigió a la gerencia del hospital que se le dieran garantías sobre la cadena de esterilización del quirófano utilizado para poder continuar con su trabajo.
"Una vez recibidas estas garantías", añade en la carta, "continué con mi actividad normal en los quirófanos de la Casa de Salud a excepción de los pacinetes de Telefónica, que a raíz de mi nota a los servicios médicos toman la decisión de que yo los intervenga en otros centros hospitalarios"
Al detectarse en esta empresa varios casos más de hepatitis C, el doctor Bosch ordena que todo el equipo quirúrgico se realizara una analítica. Los resultados demostraron que un anestesista daba positivo "y se comprueba que ha intervenido en los 3 ó 4 pacientes que hasta ese momento se han detectado y que además han sido intervenidos por distintos facultativos".
También señala que al anestesista, cuya confianza en él era tal "que meses antes había anestesiado a mi propio hijo, una hermana, una sbrina y años antes a mis propios padres (ya fallecidos), a mi suegro y a mí mismo", se le informó que hasta que no se aclararan los hechos no anestesiaría a ningún paciente de su equipo.
Los estudios analíticos comparativos practicados por la Casa de Salud entre la sangre de los afectados y del facultativo portador apuntaron "una razonable sospecha" de que podía ser la fuente del contagio se le comunicó a Telefónica e Iberdrola, se realizó un listado completo de pacientes intervenidos por el facultatio infectado (450) y se les realizó un seguimiento.
EXPEDIENTE
Cuando llegaron los resultados, Vicente Bosch comunicó a las autoridades sanitarias el resultado de las analíticas. Según el doctor, "el expediente sancionador que me abre la Consellería se Sanitat de Valencia es sólo por no haberle comunicado en el mes de febrero de 1998 que era conocedor de algún caso de hepatitis C que, por otra parte, yo no había diagnosticado. Pero nunca se me acusa de pactos de silencio, ni de cualquier otra cosa". El traumatólogo afirma que todos estos hechos narrados están documentados y han sido entregados a las autoridades santiarias. "Es evidente que, como moralmente me siento libre de cualquier sospecha sobre mi actuación, voy a seguir en mi consulta mientras tenga pacientes que confíen en mí", concluye.
(SERVIMEDIA)
29 Abr 1998
EBJ