ANDRES ABERASTURI BUSCA LA RELACION DIVINA SIN INTERMEDIARIOS EN SU ULTIMO LIBRO, TITULADO DIOS Y YO"
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El periodista Andrés Aberasturi señaló hoy, en declaraciones a Servimedia, que el objetivo de su último libro, "Dios y yo", que mañana será presentado oficialmente, es "reflexionar, un poco al estilo de Woody Allen, sobre las relaciones entre la religión y los hombres, que siempre se realiza a través de intermediarios".
Según el autor, el subtítulo del libro, "Crónica sentimental de una relación codificada", "responde a una sensación de que actualmente hay uchas normas y muchos métodos, muchas obligaciones, y lo que el hombre quiere es que le digan por qué se ha enfadado Dios y qué debe hacer para desenfadarlo".
"Vamos a una religión más desde abajo arriba, en lugar de lo que ha habido hasta ahora, que una serie de señores se erigían en intérpretes de la realidad revelada", opinó. "Ya no hay gente que posea el fuego sagrado y lo distribuya, vamos hacia una voluntad de los hombres de prescindir de estos profetas y recibir el mensaje directamente".
"s un libro que surgió a partir de un artículo que escribí y que se me quedó un poco largo", señaló Aberasturi, "y es un libro fundamentalmente divertido, o pretende serlo, sin mayores trascendencias teológicas".
RECUERDOS SIN IRA
También se trata, según el escritor, de una recreación sin ira de un tiempo ya perdido y lejano, que vivieron las personas que ahora tienen en torno a los cuarenta años, cuando todo estaba medido y censurado en torno a unos criterios religiosos, que impedían que conocieses eterminadas cosas, y cuando la única vía para descubrir el mundo eran los diccionarios, que tampoco eran muy explícitos".
En su opinión, no se trata exactamente de un ejercicio de psicoanálisis, "porque eso significaría que era el resultado de un trauma, y para mí no fue así, fue una experiencia más bien vivida con pena que con trauma".
"He pasado por todas las etapas que hay que pasar: de fiel creyente, ateo perverso, existencialista total, agnóstico, y en este momento me declaro 'agnóstico beat', que puede parecer una contradicción, pero retrata cómo me siento", señaló Aberasturi.
DEMASIADOS DESCODIFICADORES
"El problema no es la religión, son los descodificadores que hacen falta para alcanzarlas, una serie de individuos que se empeñan en traducirte a Dios, a cualquier dios, y que lo hacen tan mal que no te dejan ver la imagen de verdad", afirmó, "y a mí me gustaría una televisión en directo, sin tener que abonarte ni verlo a rayitas".
El autor considera que "la teología está experimntando ahora un vuelco serio, sobre todo entre la gente joven, que son los creyentes de base, porque ahora la religión es muy retrógrada: después del Concilio Vaticano II, en lugar de abrirse una ventana a una nueva evolución, se están cerrando".
"El resurgir del budismo en el último año refleja la necesidad que tienen los seres humanos de tener relación directa con algo, sin intermediarios, sin grupos cerrados y sin gurús", señaló Aberasturi, "y lo bueno que tiene esta religión es que no tiene dios, s la religión del hombre por el hombre, las respuestas están en uno mismo".
(SERVIMEDIA)
07 Mar 1994
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