Las acciones e inversiones contempladas en el PADE abarcan el periodo de tiempo comprendido entre 1991 y 1994, y entre sus ojetivos destaca la integración del desarrollo sostenible en la política económica global del Gobierno andaluz.

De esos 185.269 millones, el 44,2 por ciento cubrirá los gastos que originará la creación de infraestructuras y equipamientos de protección ambiental.

Dentro de este apartado, la política de saneamiento y abastecimiento de agua ocupará un lugar prioritario, ya que en la actualidad, más de la mitad de la población andaluza vierte sus aguas residuales sin depurar.

La política forestalacaparará el 25 por ciento del presupuesto total, ya que para luchar contra la erosión y favorecer el uso racional de los recursos forestales la Administración regional invertirá 46.340 millones de pesetas.

Los programas de ordenación y fomento de las producciones agrarias y pesqueras supondrán un gasto de 29.318 millones, es decir, el 15,8 por ciento del presupuesto, mientras que la gestión de los espacios naturales protegidos absorberá el 9,9 por ciento.

Finalmente, la protección de la flora y auna requerirá una inversión de 2.788 millones de pesetas (un 1,5 por ciento), los programas de investigación ambiental 6.254 (3,4), los de educación ambiental 292 (0,2) y el apartado de cooperación externa 104 millones (0,1).

La Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía aportará el 39,6 por ciento de los 185.269 millones presupuestados, el Instituto Andaluz de Reforma Agraria el 31,45 y la Agencia de Medio Ambiente el 23,07.