Según la versión de la policía, el incendio, que comenzó sobre las 11 de la mañana, pudo ser provocado por un brasero instalado en un salón del domicilio. En el momento del siniestro, a Francisco Valero le acompañaban su esposa, Ana Peña, y un nieto de ambos.

Al advertir la fuerza de las llamas tanto Ana Peña como su nieto, de dos años de edad, abandonaron la vivienda, mientras que Francisco Valero, que estaba en ropa interior fue hacia su dormitorio con la intenciónde buscar algo para cubrirse. Fue en ese momento cuando el anciano resultó envuelto por las llamas y murió en el acto.

Los bomberos granadinos controlaron el siniestro rapidamente, pero nada pudieron hacer por salvar la vida del anciano que murió asfixiado y posteriormente carbonizado. La vivienda quedó destrozada, en tanto que, en principio el fuego no parece haber afectado seriamente a los otros pisos del bloque.