Hacia las tres de la madrugada, el anciano comunicó a su compañero de habitación que se iba a arrojar al vacío desde la ventana del servicio, sin que éste pudiera hacer nada por impedirlo, según fuentes del citado centro sanitario.

Al poco tiempo llegaron a la habitación varios médicos y enfermeras, que comprobaron que la puerta estaba atrancada. Cuando consiguieron pasar, el anciano ya se había precipitado al suelo dsde la ventana.

La víctima falleció en el acto al caer sobre un automóvil con matrícula de Madrid, M-6205-LW, que estaba aparcadado en las inmediaciones del hospital.

El anciano ingresó en el centro el pasado 19 de febrero para someterse a un estudio de otorrinonaringología, ya que tenía un problema en un oído, según explicó a Servimedia Charo Rueda, del departamento de Relaciones Externas y Sociales del Hospital de la Cruz Roja.

Los médicos no le apreciaron ningún síntoma que indicase que sfría algún síndrome depresivo, ya que en estos casos, según Caharo Rueda, los pacientes son sometidos a una vigilancia especial.

Durante el tiempo que permaneció internado, los facultativos tampoco observaron en él ningún tipo de alteración psíquica y su comportamiento fue normal.