Anasagasti, que a pesar de anunciar el voto negativo del PNV dejó a abierta la posibilidad a un cambio de última hora, sisocialistas y convergentes cambian de actitud, reconoció que "el margen de maniobra es muy pequeño".

Ahora, el PNV pasa a "la situación anterior", en la que era un grupo de oposición que apoyaba aquello que creía conveniente y rechazaba lo que no le gustaba. "No pasa nada; no se acaba el mundo", ironizó el portavoz peneuvista.

Sí se mostró partidario de seguir las conversaciones con el PSOE sobre el "impulso democrático", porque es un tema coyuntural y, de ninguna forma, es un diálogo como el delpasado verano, de inicio de legislatura, "a no ser que el PSOE cambie de clavija y apueste por un pacto serio, sólido, de legislatura o incluso de gobierno".

Respecto a las enmiendas que los socialistas van a aceptar en el Pleno de hoy sobre Presupuestos, Iñaki Anasagasti reconoció que supone "un cierto cambio de talante en las últimas horas", pero el PNV exige signos más evidentes de ese cambio.