En declaraciones a Servimedia, López Garrido señaló que hacer ese tipo de propuestas en estos momentos "son planteamientos púramente demagógicos y oportunistas que deben ser denunciados" ya que, a su juicio "no ayudan nada al prestigio que debe tener la clase política de no proponer reformas al calor de algo que aparece en casi todo el mundo cuando ve asesinatos tan brutales como éste y que son unos deseos emotivos de venganza".

El dirigente de IU criticó especialmente a la diputada del PP Isabel Tocino y al presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, quienes se pronunciaron a favor del cumplimiento íntegro de las condenas, diciendo que "lo que buscan es una especie de complicidad oportunsta con una parte de la opinión pública que desea una cierta venganza".

Asímismo, también censuró por el mismo motivo al dirigente del PP Federico Trillo, a quien acusó de utilizar el asesinato de Anabel Segura "para cargarse el proyecto de Código Penal o al menos algunos de los aspectos básicos del Código Penal" que, según dijo, no consiguió en el trámite parlamentario.

López Garrido reconoció que ante sucesos como el de Anabel Segura "en todos nosotros aparece una primera impresión de deseos devenganza" pero agregó que no debe trasladarse al debate político ni a las reformas legislativas. "Porque si seguimos en esa línea hay que pensar que al que mata hay que matarle, al que viola al que violarle y al que tortura hay que torturarle", argumentó.

Añadió que esto crea "una muy mala pedagogía frente a la opinión pública porque en esa línea, dentro de poco, habrá quien empiece a pedir la restitución de la pena de muerte para quien mata. Todavía no se atreven, pero iniciar esa línea es peligrosísmo", señaló.

Insistió en que este no es el momento para introducir este debate porque "cuando se producen estas tragedias, que producen grandes emociones en la opinión pública, son los peores momentos para reformas legislativas. No se puede legislar al calor de una emoción popular donde hay un deseo de retribución e incluso vengativo, que es muy humano", reiteró.

Insistió en que la venganza es algo desterrado desde hace siglos de los sistemas penales democráticos y de nuestra Constitución que, seún dijo, apuesta siempre por la posibilidad de resocialización o rehabilitación del delincuente, "por muy repugnante que sea".

Finalmente, tras destacar que hay que pensar en el futuro y, por tanto, no es adecuado "volver a la Ley del Talión o a la ley de la selva en el Derecho Penal", afirmó que es inconstitucional el cumplimiento íntegro de las condenas aunque matizó que "otra cosa es que un preso que no se rehabilite, que no se resocialice, lo cumpla íntegramente, pero eso es una cosa que habrá quever en el desarrollo de su prisión".

"Además, está demostrado que una persona, más allá de 15 o 20 años de cárcel se destruye como tal persona, no cumple la pena ya ninguna labor rehabilitadora ni resocializadora", concluyó López Garrido.