En declaraciones a Servimedia, Palacio aseveró que Francia y Alemania "son dos países centrales en la construcción europea", pero apostó por proseguir con el proceso de ratificación de la Constitución aunque uno de ellos haya rechazado el texto.

Palacio, que participó en la redacción de la Constitución Europea como delegada del Gobierno de España, reconoció que "nadie pensaba en Francia" como uno de los países que podía votar en contra de la Constitución cuando se iniciaron las negociaciones, puesto que "jugó muy fuerte".

A su juicio, hay que continuar con la ratificación del tratado para, cuando termine el plazo en noviembre de 2006, ver si al menos 20 de los 25 países miembros han aprobado el texto constitucional, tal y como es necesario. "Después, que el Consejo Europeo reflexione y dé alguna orientación", apostilló.

Finalmente, Palacio señaló que Francia es "un país crucial" en la construcción de la Unión Europea, hasta el punto de que "es difícilmente imaginable, pero no imposible, una Constitución Europea sin Francia".