Ana Obregón tuvo un conflicto hace unos meses, con la que durante un tiempo fue la niñera de su hijo. Cuando en 1993 la actriz dio por finalizado el contrato laoral de la empleada, ésta hizo unas declaraciones en las que tanto la actriz como el conde Lequio no salían muy bien parados, unas declaraciones que fueron publicadas por una revista y que lógicamente supusieron un nuevo golpe para Ana, quien ya vivía graves problemas con Alesandro Lequio.

Poco después, y basándose en lo desagradable de la situación, dado que la niñera se había excedido al contar las intimidades familiares de Ana, se le atribuyeron a la actriz unas declaraciones que ella niega categórcamente.

Según señala la revista, una vez publicadas las declaraciones de la niñera, a Ana se le atribuyeron unas palabras con las que, de ser ciertas, calificaba a su empleada como una mujer amargada por haber sido objeto de abusos por parte de su padre cuando ella tenía nueve años.

Lo cierto es que el padre de la niñera demandó a Ana, a través de sus abogados, y ahora el titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Madrid ha dictado el procesamiento de la actriz por un presunto delito de calmnias en un auto dictado el pasado 26 de junio.

Los abogados del demandante esperan ahora la calificación de los hechos por parte del fiscal, y han solicitado de Ana Obregón una indemnización de 50 millones de pesetas y la retirada del pasaporte.

Ana Obregón, que disfruta de unos días de playa en la ciudad de Palma de Mallorca, donde se ha trasladado con su hijo, espera la llegada del juicio, en la que se tendrán que presentar las pruebas necesarias para demostrar si hizo o no aquellas declaracioes.