Botella, en su discurso inaugural, destacó el papel que juega la familia en el desarrollo de estos menores. A su juicio, el ambiente familiar proporciona un clima estable y seguro, y se convierte así en el lugar más idóneo para potenciar las facultades del niño.

Asimismo, en referencia al suceso acaecido ayer en Alemania, donde un estudiante que había sido expulsado de un colegio mató a diecisiete personas de ese centro, explicó que la educación, tanto en el hgar como en los centros educativos, es uno de los puntos básicos que hay que mejorar y fortalecer para que no se repitan casos como el alemán.

En este sentido, Ana Botella abogó por una educación "afectiva e interactiva", para hacer así de estos menores con trastornos psicológicos unas personas válidas para la vida real.

La ayudas que se vienen concediendo desde hace tres años a un grupo de investigación de la universidad Pontificia de Comillas desde la fundación que preside Ana Botella, así comode otras instituciones, públicas y privadas, de la Comunidad de Madrid, han permitido realizar un estudio exhaustivo de estos menores.

"Esta jornada interdisciplinar", según afirmó el rector de la universidad, Manuel Gallego, "pretende contribuir a la reflexión sobre necesidades, recursos y propuestas de intervención creando un espacio de diálogo e intercambio entre los distintos agentes sociales implicados en la atención de los menores y las propias familias".