Amutxastegi declaró a Servimedia que "habrá que ver" si esta declaración de tregua lleva totalmente al final de la violencia, pero remarcó que "no sería aceptable en ningún momento" que se acabasen los asesinatos y se mantuvieran otras formas de presión sobre concejales o amenazados.

El teniente de alcalde de Andoain hacía referencia así a que su vivienda ha sido objeto de reiterados ataques relacionados con la "kale borroka" o terrorismo callejero, uno de ellos durante la tregua de 1998. Además, otro de estos ataques, en noviembre de 2003, le obligó a dejar su domicilio debido a los daños causados.

El edil destacó que este anuncio de ETA tiene como diferencia respecto a la tregua de 1998 que "no excluye a nadie", en el sentido de que la banda terrorista no plantea el arrinconamiento de los no nacionalistas, como sucedió a su juicio en el llamado Pacto de Lizarra.

En todo caso, Amutxastegi insistió en que espera que este paso dado por la banda etarra acabe definitivamente con todo tipo de violencia. "Bienvenido sea en ese sentido el alto el fuego", afirmó, al tiempo que añadió que "no será bienvenido que me vuelvan a quemar la casa".