Julián Trincado, que ha estado diez años al frente de la empresa, calificó de satisfactorio el balance de su gestión y aseguró que las buenas condiciones de competitividad que presenta Unión Fenosa permitirán a la compañía reptir en 1993 un resultado siilar al del año pasado, unos 18.000 millones de pesetas, a pesar de la caída de la demanda y la recesión económica, que está afectando directamenteal consumo energético.

El aún presidente de Fenosa valoró positivamente la figura de su sucesor en el cargo, y elogió la gestión realizada por el ahora consejero delegado de la empresa, Victoriano Reinoso, que seguirá con esta responsabilidad a partir del 18 de junio y, además, asumirá la vicepresidencia primera de la compañía.

Trincado deja la compañí con una posición financiera mejor de la que tenía hace diez años. La deuda, cifrada a finales de 1992 en 615.066 millones de pesetas, con un coste medio del 11,69 por cien, sigue siendo el princpal lastre de la empresa, frente al que destaca positivamente una buena rentabilidad de los activos y una posición sólida en su mercado.

Además, la compañía compró en 1992 los Saltos del Nansa, lo que aumentó significativamente su capacidad hidroeléctrica, y mantiene conversaciones fluidas con Hidrocantabrico ara lograr un acuerdo de cooperación entre ambas empresas, que supere las tensiones que generó en la compañía asturiana la compra por Fenosa de un 7,58 por cien de su capital.

Fenosa registró una cifra neta de negocio en 1992 de 308.572 millones de pesetas, como consecuencia de una producción sólo un 1,1 por cien superior a la del pasado año (20.874 millones de kilowatios hora), que se facturó un 4,1 por cien por encima del precio aplicado en 1991.

COMPROMISO GALLEGO

Unión Fenosa tiene una presncia destacada en el Plan de Mejora Eléctrica de Galicia, iniciado en 1991, en el que la empresa tiene el firme compromiso de invertir 55.000 millones de pesetas, en cuatro años.

Los objetiovos técnicos de este plan consisten en dotar a galicia antes de 1995 de 11.298 nuevos kilómetros de líneas eléctricas, 40 subestaciones, 3.100 nuevos centros de transformación y 1.500 puntos de telecontrol del servicio, cuya principal consecuencia será multiplicar por veinte la potencia actual disponible en la comuidad y por cinco los niveles de calidad en el suministro.